El ignorante vive dentro de sus gritos

para asustar el canto de los pájaros.

El sabio acumula conocimientos

 para transformar el mundo

ya desde su infancia

 

   Allá por el  21 de septiembre del 2005 amanecía radiante, como un sol glorioso, la Asociación Leer es Crear. La había fundado un grupo de intelectuales, pedagogos, maestros, etc., preocupados por el deterioro de  la  lectura (como fuente de saber, conocer, sentir y pensar), tanto en el aula escolar como en el entorno familiar. Asimismo, era y es muy importante apoyar a los educadores, agradecerles su trabajo y admirar su entrega; ellos son el corazón vivo de la emoción ilusionada. Sin estos entusiastas (apoyados por los padres y ahora también por los abuelos) no se puede  transmitir  el gusto por los libros y la defensa de los valores humanos, tan degradados en estos tiempos convulsos.

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   “Hacer sentir para hacer pensar; hacer pensar para hacer sentir”, es  la máxima de Leer es Crear. Y, para lograrlo, nada mejor que presentar la lectura como algo divertido. Leer ya no solo en los libros sino en todo lo que capta el vivir a nuestro alrededor.

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   Fomentamos  la lectura, a través de la magia, con el mago Fernando Arribas, (donde más de 50.000 escolares han disfrutado del espectáculo “Dulce libro solidario”); por medio de las canciones populares con el grupo Tahona, o con los títeres de Cruz; editamos  trípticos para colorear (de Miguel Delibes, José Zorrilla, Santa Teresa, Valladolid, de Cristóbal Colón, etc., con un total de 70.000 recortables; publicamos libros de poemas, teatro... que distribuimos por los centros. El más llamativo, y de mayor proyección, el dedicado al acoso escolar: “Las desventuras de un niño acosado”. Además, organizamos conferencias, encuentros escolares…Y un sinfín de innumerables actividades, siempre en colaboración con los organismos públicos y privados. Pero hoy día la lectura tiene un campo más amplio, no solo el libro: pensamos que hay que enseñar a  leer el cine, el teatro, la música, las nuevas formas de comunicarse…Hay que adaptarse a los nuevos tiempos, incluso en épocas de pandemia como la que nos toca padecer.

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